jueves, 30 de junio de 2011

La principal razón por la que no llegamos a una meta

pakorn / FreeDigitalPhotos.net
Por Jaime Villarreal

¿Sabes cuál es la principal razón? Según los estudios al respecto, la principal razón es que no definimos perfecamente la meta.  Sí, tenemos una idea aproximada, pero es precisamente la diferencia entre esa idea vaga y un objetivo perfectamente definido y detallado lo que hace que nada funcione.
Es natural pensar que conforme vamos avanzando hacia un objetivo éste se hará más claro, pero muy frecuentemente no es así.  Funciona en el sentido inverso.  Es cuando conocemos bien cómo será la situación deseada hasta el mínimo detalle, cuando nos vienen a la mente los pasos que hay que seguir para lograrlo.

Un ejemplo clásico es el ganar más dinero. Mucha gente quiere ganar más dinero, pero si les preguntamos, no nos dan una cifra. Tampoco nos dan una fecha.  No nos dicen cómo lo van a lograr.  No saben para que van a usar ese dinero.  !No saben nada!

Por el contrario, si una persona nos dice: "Voy a ganar mensualmente un 50% más de lo que gané este mes dentro de un año.  Lo voy a lograr vendiendo este determinado producto, a estas personas, en estas cantidades y lo voy a lograr promocionando estos productos así..."  Ah, qué gran diferencia.   Ésta persona seguramente se encontrará con dificultades, pero sabrá cómo ajustar su plan y finalmente tiene muchas más posiblidades de lograrlo.

Los que juegan ajedrez dicen: "Cualquier estrategia es mejor que ninguna estrategia".
Ya sea que tu meta sea ganar más dinero, adelgazar, cambiar un hábito, conseguir un empleo o cualquier otra, te recomiendo que en una hoja de papel describas lo más detalladamente posible qué quieres y cómo piensas conseguirlo.  Es un ejercicio que producirá en ti un resultado que no sospechas.  Te sorprenderás del poder que tiene definir bien una meta.

miércoles, 29 de junio de 2011

Algo interesante para hacer en el baño

Ambro / FreeDigitalPhotos.net
Por Jaime Villarreal

Les tengo una idea genial para llevar a cabo en esos momentos tan especiales en los que está uno completamente solo en el baño: leer.

¿Sabes qué porcentaje de tu vida vas a estar en el baño?  ¿en el coche? ¿en una sala de espera?  ¡Muchísimo!  Saca tu calculadora u hoja de cálculo y haz números, te vas a sorprender.

Leer es una de las mejores maneras de aprovechar este tiempo.  Cabe aclarar que no estoy sugiriendo que vayas en una vía rápida leyendo unas páginas, para eso hay ahora audiolibros, y lectores digitales que "te leen" el texto en voz alta, Kindle de Amazon, por ejemplo).

Si estudiaste una carrera, la estás estudiando o la vas a estudiar déjame darte una noticia que probablemente no te va a gustar: ahí comienzan los estudios, no terminan. Si no nos actualizamos en el ámbito de nuestra competencia profesional, nos volvemos obsoletos al cabo de unos cuantos meses.  Nóten por favor que no dije años.

Algunas personas que han estudiado esta evolución del conocimiento actual dan cifras promedio que van de los 12 a los 36 meses.  En promedio, un año después el conocimiento que has adquirido es obsoleto y sólo conduce a un desempeño profesional o empresarial mediocre. Aquellos tiempos en los que estudiábamos alguna carrera y teníamos por lo menos 20 años para "ejercer" nuestra profesión ya son cosa del pasado.

Es por lo anterior que podemos obtener un gran provecho de utilizar estos tiempos "muertos" para actualizarnos leyendo libros, revistas o cualquier material que nos ayude a mantenernos actualizados en nuestra profesión.

El autor Brian Tracy le llama "universidad sobre ruedas".  Él dice: "Nunca arranques tu automóvil si no hay un audiolibro".  Creo que tiene mucha razón.  Personalmente, he transformado mi vida leyendo en estos tiempo y es una actividad que recomiendo ampliamente.

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martes, 28 de junio de 2011

Cómo tener más suerte que los demás.

jscreationzs / FreeDigitalPhotos.net
Por Jaime Villarreal
Algunos negocios "pegan".  "Le pegó, tuvo suerte".  Aha, todos hemos oído eso de alguien que tuvo "suerte" con un negocio.

Pero vámonos un poco más atrás y preguntémonos, ¿cuántos de los que no tienen un negocio que "pegó", lo intentaron?  No. Me refiero a realmente intentarlo, es decir a no darse por vencidos en meses o años.  ¿Cuántos estudiaron a profundidad la naturaleza de su negocio, su operación, la competencia, el consumidor?  Mmmm, no muchos.  No estoy sugiriendo que ya por intentarlo va a funcionar, pero sí quiero mostrar que la suerte tiene que ver más con el trabajo y la preparación que con otra cosa.

Además, un punto muy importante que describe muy bien el autor MJ DeMarco en su libro "The Millionaire Fastlane" es que la mayoría de las personas quieren tener resultados en los negocios o en cualquier otra cosa (como bajar de peso por ejemplo), a través de un evento, es decir de un acontecimiento instantaneo o muy rápido que transforma la realidad.  Un resultado exitoso en cualquier actividad es casi siempre el resultado, no de un evento, sino de un proceso, es decir, una serie de eventos secuenciales que se repiten.

Si yo compro un producto para bajar de peso como una bicicleta fija, lo más probable es que no tenga éxito, porque comprar un producto para bajar de peso no adelgaza.  Ahhhh, pero si yo uso el producto con la frecuencia indicada y sigo las instrucciones o consejos que vienen en el paquete, es muy probable que sí baje.

Igualmente, si yo tengo una idea fantástica para hacer un negocio millonario, lo más probable es que no gane dinero, pero si llevo a cabo la enorme cantidad de pasos que conlleva el crear la empresa, el producto o lo que tenga que hacer para prestar el servicio, lo más probable es que empiece a llegarme el dinero.

El punto es que no debemos confundir los eventos con los procesosLos eventos no producen NADA, la inmensa mayoría de los resultados se obtienen a través de repetir procesos.  Esa es la principal razón por la que mucha gente no consigue los resultados que quiere.  Me despido, pero no sin desearles que tengan mucha "suerte".

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lunes, 27 de junio de 2011

La televisión te hace pobre

Imagen: Ambro / FreeDigitalPhotos.net
Por Jaime Villarreal
Sí. Ver televisión te impide ser rico. A ver, a aver, aver... ¿cómo está eso?

El otro día, por una razón que no recuerdo, tuve en mis manos una descripción de los niveles socioeconómicos con un enfoque en la mercadotecnia.  A, B+, B, C+, C, C-... etc.  Me llamó especialmente la atención que mencionaba las horas diarias promedio que la gente de cada estrato ve la televisión.  Los datos eran muy claros.  Entre más alto es el nivel socioeconómico de una persona, menos horas de televisión ve al día en promedio.  Los niveles bajos ven cerca de 4 horas diarias de televisión. ¡La cuarta parte de las horas que pasamos despiertos! Y los más ricos ven menos de media hora.
Bueno, veamos qué tenemos aquí.  ¿Ver televisión causa la pobreza? ¿Los ricos no tienen tiempo de ver tele?

La televisión (en general) está dominada por intereses comerciales: las televisoras quieren aumentar su audiencia para poder vender más anuncios a precios más altos.  Esto finalmente resulta en contenidos que tienden a ser sumamente atractivos y que apelan a la gratificación instantanea.  Son experiencias vicarias que satisfacen nuestro "morbo" por ver gente exitosa sin esfuerzo.  Ya lo sabemos: sexo, casas lujosas, paisajes exóticos, personalides glamorosas, historias de éxito con las que nos podemos identificar.  Esos son los ingredientes de la televisión comercial. El alimento de la mente del pobre.

Los ricos... ah, los ricos hacen otra cosa.  Generalmente, los ricos están trabajando, leyendo algo que enriquezca sus vidas, haciendo ejercicio, disfrutando el tiempo con su familia.  Ya sé, no todos, pero creo que el concepto es bastante válido.  Cuando no eres muy exitoso es muy satisfactorio ver el éxito de alguien "como tú" en la pantalla.  Cuando lo eres, no resulta muy atractivo perder tu tiempo en ver algo poco realista. Recordemos que en las historias de cine y televisión el o la protagonista se las ve difíciles pero nunca más de siete minutos.  A quíen le gustaría ver una telenovela en donde el personaje principal pasa el 90% del tiempo del programa leyendo, practicando algo, trabajando y esforzándose.  Sería muy aburrido.

Hay buena televisión, hay buen cine.  Claro que los hay, pero... es muy poco.  Normalemnte no es lo que vemos cuando encendemoes el aparato y vemos lo que algún productor/empresario nos quiere presentar.

En efecto, la televisión puede ser una herramienta de aprendizaje utilísima, pero, reconozcámolo: rara vez lo es.

domingo, 26 de junio de 2011

¡Hay que dejar libres a los testículos!


jscreationzs / FreeDigitalPhotos.net
Por Jaime Villarreal NOTA: Este es un artículo sólo para hombres.
Así es.  Hay que dejar libres a los testículos.
El escroto (la bolsa testicular) es un tejido muy especial que contiene fibras musculares que permiten que los testículos se alejen del cuerpo lo necesario para mantener una temperatura constante que es ligeramente inferior a la del cuerpo.
Para que estas importantes glándulas lleven a cabo sus funciones de producción de esperatozoides y de hormonas, necesitan estas condiciones de temperatura de manera estable.
Debido a lo anterior, no es recomendable usar ropa interior ajustada que limita la movilidad de los testículos, al impedir que el escroto haga su trabajo.  Hay que cuidar que durante el día, y especialmente en la noche, que es cuando se producen muchas hormonas necesarias para la reparación de los tejidos, no usemos ropa que limite esta peculiar función. Este factor puede afectar también la fertilidad.
Señorita, señora (ya sé que también leyeron esto, eh) no deje que su marido, novio o amigo (o como le llame) ande por ahí todo apretado.  ¡Dejemos libres a los testículos!

martes, 21 de junio de 2011

Un pequeño cambio que cambiará tu vida radicalmente

por Jaime Villarreal
Imagina por un momento que eres el capitán de un barco.  Es de noche y das las últimas instrucciones antes de retirarte a descansar en tu camarote.  "Curso 330 grados, 22 nudos". Te vas a dormir, pero no puedes porque algo te inquieta.  Te despiertas constantemente pensando que algo está mal.  Tal vez diste mal una instrucción.  Tal vez debiste decir 230 grados...  No.  Sí dijiste 230 grados ¿o no?  ¿Dijiste 330? ¿230? No. sí diste la instrucción correcta: 230 grados.  Casi estás seguro.
A las 5:52 de la mañana te despiertas y entras al puente de mando. Le pides las coordenadas al navegante y te dice una latitud que no esperas. Horror, estás a más de 500 millas náuticas de donde deberías estar.
Bueno, ¿Y toda está historia para qué?
Lo que hacemos todos los días, cada hora, cada decisión, pensamiento nos lleva a alguna parte.  No es cierto que algunas cosas cuenten y otras no.  No puedes hacer que algo no cuente.  Cada decisión, cada acción (o la ausencia de la misma) cuenta.  Sin embargo a veces damos "instrucciones" equivocadas.  Pensamos: "Voy a hacer esto que sé que no es lo mejor, pero es sólo una vez".  Resultado, tu vida avanza en la dirección equivocada.  Nuevamente lo haces, pensando que siempre tienes la opción de cambiar de curso.  Y es cierto, siempre puedes cambiar de dirección, pero te encontrarás más lejos y será más difícil el camino.
Lo que podemos hacer con este principio es desarrollar hábitos que nos lleven como un "piloto automático" a nuestro destino.  Se vale corregir, claro está, pero no será necesario corregir mucho, ni será difícil si el curso es casi correcto. Un pequeño cambio no se nota en el corto plazo, pero podemos tomar ventaja del hecho de que el tiempo juega a nuestro favor (o nuestra contra).
Por eso es importantísimo definir a donde vamos y desarrollar los hábitos que nos lleven a nuestros propósitos.  Hacerlo así es fácil y es la razón por las que algunas personas logran sus objetivos sin una dificultad notoria y otros llegan a otros puertos.
Imagen: renjith krishnan / Freedigitalphotos.net

lunes, 13 de junio de 2011

Incrementa tu testosterona naturalmente


Un tema tabú para algunos, aunque no debería de serlo. La testosterona es la hormona masculina (aunque también está presente en el cuerpo femenino en mucho menor cantidad).
Para un hombre es muy importante tener niveles saludables tanto de esta como de otras hormonas. Pero ahora nos ocuparemos de la hormona T. Esta se produce, principalmente, en... adivinaste... los "T"estícuos. Además de contribuir al desarrollo de las características sexuales secundarias en la pubertad, la testosterona tiene un efecto anabólico natural, es decir, ayuda a la construcción de tejidos musculares.
Pero bueno, pasemos a la parte práctica.
Para aumentar la testosterona de manera natural hay que hacer tres cosas (que resultarán muy familiares para quienes han seguido este blog):
1. Dormir bien,
2. Comer bien,
3. Hacer ejercicio
El primer punto es fundamental. Si no dormimos bien, podemos irnos olvidando de todo lo demás. Cualquier esfuerzo o cambio de hábitos será inútil. Es durante el sueño que se reparan y construyen los tejidos del cuerpo y se producen muchas hormonas.
El segundo punto es muy importante también porque para que se produzca la testosterona, necesitamos de nutrientes especiales. Las hormonas como la testosterona se producen principalmente con acidos grasos y colesterol. Pero veamos una lista de alimentos que pueden ayudar:
Agua.- No se pueden producir hormonas si el cuerpo no está adecuadamente hidratado.
Ácidos grasos esenciales.- Estos no los produce el cuerpo (de ahí su nombre): almendras, nueces, pescado (especialmente salmón salvaje)
Huevo.- Contiene muchas vitaminas y colesterol
Espárragos.- Aportan vitamina E.
Apio.- Contiene androsterona (molécula precursora de la testosterona)
Alimentos ricos en zinc.- Como ostiones y mejillones
El esfuerzo muscular, especialmente el de alta intensidad, el que llega al punto de no poder realizar una repetición más dentro de una serie, estimula grandemente la producción de esta hormona ya que el esfuerzo envía una señal al sistema endócrino para responder a una necesidad física que sobrepasa la capacidad actual del cuerpo, con lo que se desencadena un proceso anabólico natural.
Los beneficios de tener niveles de testosterona elevados naturalmente son ampliamente "sospechados" si no es que conocidos: niveles saludables de líbido (deseo sexual). Aumento moderado y natural de la masa muscular y la fuerza física. Incluso, algunos dicen que los hombres con buenos niveles de testosterona son más competitivos y seguros de sí mismos.
Imagen: Ambro / FreeDigitalPhotos.net

domingo, 12 de junio de 2011

Estas tres cosas lo curan casi todo


Siempre he pensado que si las personas que dicen estar deprimidas, sentirse tristes, cansadas, enferemas y desesperanzadas hacen las siguientes tres cosas, el 90% de ellas se "curarían". Estoy convencido de que el mundo sería un lugar mejor, todos seríamos más felices y más inteligentes.
¿Cuáles son esas tres cosas?
Muy fácil:
1. Dormir bien.
2. Comer bien.
3. Hacer ejercicio
La mayoría de la gente duerme poco y mal. La mayoría de la gente come mal. La mayoría de la gente no hace suficiente ejercicio.
Dormir bien trae una serie de beneficios que son obvios para la mayoría y que incluyen una adecuada reparación de los tejidos, regulación y producción correcta de hormonas y la oportunidad de que el cerebro procese la información que ha recibigo. No sé, querido lector, lectora, pero me suena a que esto es fundamental ¡Hágamos lo posible por dormir bien!
Comer bien. Es evidente que nuestras sociedades no están comiendo adecuadamente. Demasiada comida, demasiada grasa, demasiados carbohidratos simples. Mucha comida procesada, etcétera, etcétera...
Comamos como lo hacíamos hace unas décadas: alimentos naturales que se echan a perder, frutas, verduras, nueces, pollo, carne, pescado, huevo. Todo con moderación (reto a cualquiera a que se coma ocho pechugas de pollo y dos kilos de verduras ;-)
El ejercicio. "No, a mí no me gusta". "No, yo no hago ejercicio". Perdón, pero tu cuerpo está hecho para hacer ejercicio. ¡Está diseñado para eso! No se puede alcanzar la verdera salud si no hay actividad física vigorosa por lo menos una hora al día (a menos de que tengas menos de 20 años).
Siempre he pensado que si yo fuera psicólogo, lo primero que le diría a mis pacientes es: "duerme bien, come bien, haz ejercicio y si tus problemas siguen, entonces sí me vienes a ver".
Créanme.
Imagen cortesía de Photostock / FreeDigitalPhotos.net

sábado, 11 de junio de 2011

¿Hacer ejercicio o no al bajar de peso?

He escuchado a personas decir que cuando bajen de peso van a empezar a hacer ejercicio. Me suena como que están diciendo que van a entrenar para un maratón en cuanto ganen uno. No me suena lógico.
Lo cierto es que no estamos gordos por no hacer ejercicio (bueno, en parte) sino principalmente por la ridúcula abundacia de comida (que no es el caso en algunos países, especialmente en África).
El hombre primitivo, es decir, el hombre durante la mayor parte de su existencia vivió periodos de hambruna frecuentes e intensos. Hemos sobrevivido los que tenemos la capacidad de almacenar grasa. Gracias.
La grasa es un extraordinario tejido que permite almacenar miles de calorías por kilo y que requiere muy poco gasto calórico una vez que está almacenada en el cuerpo. Inclusive es un tejido mucho menos vascularizado que el muscular.
Por otra parte, es muy común que quien desea bajar de peso por medio del ejercicio sobreestime el efecto que este tiene sobre la quema de calorías. En realidad la mayor parte del efecto que produce el ejercicio relacionado con el aumento del consumo calórico tiene que ver más con la creación y mantenimiento de masa muscular y con el efecto metabólico de reparación de tejidos. Una hora de ejercicio puede quemar entre cien y mil calorías a las aproximadamente 100 que se quemarían al no hacer nada más que estar de pie. Pero comunmente el ejercicio moderado, de baja intensidad no quema más que entre 200 y 300 calorías adicionales por hora.
La conclusión es. Anímese, haga ejercicio. Muévase todo lo que pueda, camine, corra, levante pesas, practique pilates, yoga. No obtendrá más que beneficios si lo hace con moderación, constancia y comienza de manera gradual.
Un aumento en la masa muscular de 500 gramos puede agregar a la tasa metabólica basal, según el doctor Doug McGuff, autor de "Body By Sciente" hasta un consumo adicional diaro de 250 calorías diarias, suficiente por sí solo para quitarnos varios quilos en un año. Esto sin tomar en cuenta las calorías que se hacen durante el ejercicio.
A moverse.
Imagen cortesía de: Michelle Meiklejohn / FreeDigitalPhotos.net

jueves, 9 de junio de 2011

¿Por qué no eres rico?

scottchan / FreeDigitalPhotes.net
Por Jaime Villarreal
Según el empresario británico Felix Dennis, dueño de Dennis Publications (Maxim, McUser, The Week, entre muchas otras) se necesitan dos condiciones para que una persona gane mucho dinero.

Y cabe aclarar que con mucho no se refiere a un muy buen sueldo de un empleado de nivel ejecutivo, sino a algo más.
Bueno, las dos condiciones son estas:
1. No tener miedo al fracaso. O más bien, a saber controlarlo y que no sea un obstáculo para hacer lo que uno cree que puede hacer. Todos los días escuchamos a todo el mundo tener buenas ideas que nunca llevan a cabo.
2. Creer que te lo mereces. Si alguien no se siente merecedor de mucho dinero, jamás lo tendra se lo merezca o no.
El libro "How To Get Rich" es un libro muy recomendable para quienes reunen las dos condiciones anteriores. Aquellos que no, no lo lean, van estar en desacuerdo con lo que en el libro se dice y van a terminar muy irritados.
Hay en Youtube un video corto, pero muy bueno con unos fragmentos de una entrevista con Dennis, en donde precisamente toca estos puntos (http://www.youtube.com/watch?v=iyefDseVCZk).

Libro recomendado: How To Get Rich de Felix Dennis.  Un pequeño viaje por la mente de un hombre que hizo su fortuna el mismo.  Lo recomiendo personalmente, es muy interesante conocer la manera de pensar de alguien con tanto éxtio financiero.




 

miércoles, 8 de junio de 2011

¡No hagas lo que no puedes hacer!

Para lograr cosas que no puedes hacer hoy. Cosas que parecen difíciles, imposibles o inalcanzables tienes que concentrarte únicamente en lo que puedes hacer. Una de las principales causas de no lograr algo es intentar hacer algo que está fuera de nuestro alcance. En otras palabras, dar un paso excesivamente largo, subir un escalón demasiado alto. Esto, naturalmente, sólo conduce a la frustración y al abandono de metas.


Yo le llamo el “modelo de la escalera”. El principio es que uno puede llegar a los niveles más altos de cualquier cosa. Por ejemplo: tener mejor condición física, desarrollar un talento, etc. No hay limitaciones para alcanzar un nivel más alto excepto las que uno mismo se impone. Sin embargo, la manera de subir de nivel es lo que en ocasiones actúa en nuestra contra.




Por ejemplo, digamos que yo quiero llegar al “escalón 10” de una “escalera” determinada y actualmente estoy en el escalón uno. Si trato de subir al cinco de un solo golpe, lo más probable es que me lastime, me frustre y me convenza de que no voy a poder alcanzar mi meta. Estoy intentando hacer algo que no puedo hacer. Por definición, estoy intentando algo imposible. Hay quien incluso, usando su sentido común abandona la meta ya que reconoce que no lo va a lograr (y tendría razón).


En cambio, si yo me concentro en subir sólo el primer escalón hacia mi meta, es muy probable que de este paso de manera segura y satisfactoria. Esto incluso me estimulará a planear y ejecutar los siguientes pasos.


Aquí es donde la constancia y la persistencia entran en escena. Si yo doy pasos (o subo escalones) con cierta frecuencia, después de un tiempo habré alcanzado mi meta e incluso estaré motivado a plantearme metas más altas.


Para llevar:


Define y describe algo “difícil” que quieras lograr.


Diseña una ruta (una escalera) y define claramente los pasos (es muy importante que el primer paso consista en lograr algo que sí puedes hacer.


Da el primer paso y disfruta de la sensación de avanzar hacia tu meta. Una vez ahí, enfócate en dar el segundo paso.

domingo, 5 de junio de 2011

Lo que piensas se hace realidad

Está demostrado que las personas exitosas piensan de manera diferente a las que no lo son. ¿Pero en qué consiste esta diferencia?
Las personas que viven vidas más satisfactorias y tienen más logros piensan en lo que quieren, no en lo que no quieren. Las personas que parecen estar todo el tiempo enojadas, frustradas y que no consiguen realizar nada piensan en lo que no quieren.
Una formula segura para pertenecer al grupo (mayoritario, por cierto) de los que no logran sus metas es no pensar en lo que se quiere alcanzar. En su lugar, llenan su mente de razones para no hacer lo que se debe hacer, para quejarse, para culpar a otros, para justificar su fracaso.
La gente más productiva, que genera más valor, más riqueza, mejores relaciones interpersonales y ejerce una mayor influencia se concentra la mayor parte del tiempo en sus metas y en cómo alcanzarlas. Como lo dice un autor: si te pido que NO pienses en un elefante rosa ¿en qué es que piensas?
¿Y si es tan fácil, por qué no todos lo hacemos?
La respuesta es que algunos no conocen este hecho y se contagian de la ENORME mayoría de quejosos y criticones. Otros simplemente no pueden abandonar el hábito tan arraigado que tienen de llenar su mente de lo que no quieren.
Lo que podemos hacer aquí es tratar de ser más conscientes de nuestros pensamientos y cuando nos descubramos pensando en lo que no queremos, simplemente dirigir nuestra mente a lo que queremos que sea realidad.

sábado, 4 de junio de 2011

Un truco muy efectivo para realizar cualquier cosa.

¿Te gustaría conocer una fórmula casi mágica, que con un esfuerzo mínimo, prácticamente te garantice lograr una meta? Sigue leyendo porque aquí la tengo.
Según algunos autores, entre ellos el estadounidense Brian Tracy, la inmensa mayoría de la gente no tiene definidas sus metas (en el día, la semana, el mes, el año, la vida). El 97% de las personas nunca han escrito sus metas y estas personas coinciden con aquellas que logran menos y viven con más frustración.
Tenemos aquí una correlación fuerte, sólida, pero ¿causal? Es decir, ¿si no tengo definidos mis objetivos por escrito quiere decir que no los voy a lograr?
La respuesta corta es: así es.
La respuesta larga es: Si no tienes tus metas y objetivos por escrito, NUNCA, JAMÁS, POR NINGUNA RAZÓN, vas a hacer nada.
¿Está claro?
Bueno, hay excepciones, pero creo que sería tonto esperar ser una de ellas.
Ah, no me crees.
Intentalo.
Si ya intentaste lograr tus metas sin definirlas (y ponerlas por escrito) ya sabes el resultado. Y si intentas escribirlas probablemente verás otro muy distinto. Sólo pruébalo, no tienes mucho que perder ¿o sí)
Ahí va otro truco. Escríbelas constantemente. Diario. Cada hora, si quieres.
¿Te parece muy simple para ser cierto?
Es muy simple, en efecto, sin embargo escribir tus metas constantemente te da mucha claridad y enfoque.
Prueba este sencillo método, no hay nada qué perder.
Me encantaría conocer tus experiencias.